Te conocí porque sí… y así mismo te deje de conocer.
Te vi mirando al río,
y yo nadando en él.
Te vi cruzando los brazos, aguantando la respiración
y recitando lo que tu alma y espíritu soñaron…
Y ¿Cuál destinación?
Así como te veo, te extraño…
Y cuando te extraño te pienso…
Y pienso, también, en el día en que el silencio
nos deje callados y lo repitamos para los dos.
domingo, 27 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario